sábado, 9 de abril de 2011

VUELVE LA TOCATA


Martes 17, miércoles 18 y jueves 19 de mayo son los días en que se desarrollará una nueva edición de La Tocata, la primera de 2011. El acceso es libre y gratuito.

Este ciclo que reúne a jóvenes músicos de entre 13 y 18 años el año pasado tuvo una excelente convocatoria. Se realizaron dos ediciones: en septiembre y en noviembre. Este año, desde la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Paraná se espera acrecentar aún más la participación de los jóvenes, para que se apropien de la propuesta y enriquezcan este espacio pensado para ellos.

En La Tocata participan todos los géneros musicales, folclore, rock, clásico y demás y todas las categorías: solistas, grupos vocales, instrumentales, etc.

La característica de este encuentro es que no es competitivo; sólo se trata de participar y de que todos escuchen las propuestas de sus pares.

Las jornadas serán en el Centro Cultural Juan L. Ortiz, con todo el equipamiento técnico que usan los artistas profesionales y toda la infraestructura puesta al servicio de los jóvenes. Los músicos sólo tienen que llenar una ficha de inscripción... y tocar. Hay tiempo hasta el viernes 13 de mayo.

La planilla de inscripción se puede bajar de la página www.culturaparana.gov.ar

jueves, 7 de abril de 2011

LIBRO CON FOTOS INÉDITAS DE THE BEATLES


The Lost Beatles Photographs muestra, según su editor, cómo la fama llevó a los FabFour a su disolución. Es una selección de 3.000 imágenes.

Atesoradas por más de 40 años, una selección de más de 3 mil imágenes nunca antes vistas de Los Beatles fue recopilada en el libro The Lost Beatles Photographs, editado por el reconocido fotógrafo del rock Larry Marion, autor entre otros de The Lost Rolling Stone Photographs.

El libro, que ya está a la venta por Amazon, reúne imágenes capturadas por el fotógrafo Bob Bonis durante la histórica gira que la banda realizó entre los años 1964 y 1966, época que marcó el punto álgido de la beatlemanía a nivel mundial. Bonis, sin embargo, siempre estuvo en contra de comerciar con las fotos y fue su hijo Alexis, a partir de la muerte de su padre en 1992, quien inició una selectiva elección que terminaría en la publicación del libro.

Según describen los epígrafes, las fotos revelan cómo la banda de Liverpool se sentía atrapada en su propia fama que jamás pudo manejar y que la llevó a la disolución unos años después. En un principio, cuenta el libro, la expectativa frente a la incontrolable histeria que los aguardaba en los EE.UU. hizo de la gira algo esperado. Recorrer 600 millas para tocar por media hora en miles de ciudades era algo que la banda jamás había vivido y tenía su costado pintoresco e inédito.

Pero tiempo después, el grupo comenzó a sentirse encerrado, preso de su propia fama. Y las fotos lo muestran, cuenta el editor. Juegos dentro de las habitaciones del hotel –no podían salir ni siquiera a los pasillos-, rondas de marihuana dentro del baño, la imposibilidad de ir a tomar algo a un bar, comer en un restaurante; la obligación de conocer EE.UU. a través de ventanas sumió a sus miembros en una desesperación que fue canalizada de distinta forma.

Cuenta la publicación que Paul McCartney y John Lennon mataban el aburrimiento componiendo canciones, que Ringo Star era un “plácido” apasionado de la fotografía, pero que George Harrison jamás pudo lidiar con la fama inabordable, se quejaba constantemente de la “locura” que ello significaba.

Ya en 1965, una segunda gira de Los Beatles a Estados Unidos mostró a sus miembros más cínicos, cuenta Marrion. John Lennon los habría descrito en esa ocasión como cuatro césares rodeados de drogas, grupies y a veces hasta prostitutas. Lennon también hablaba de la imposibilidad de disfrutar cada uno de los 30 shows. “¿Cuán seguido pensás que Los Beatles disfrutamos de un show”?, preguntaba a Bonis. “Sólo uno en 30 nos alcanza a dar real satisfacción, y pasaríamos por todos los infiernos por obtenerla siempre”, lamentaba.

En 1966, última gira en los EE.UU. Los Beatles ya sabían que no podrían seguir por mucho más, describe Marrion. Ya no era nada divertido tocar en vivo. Los sonidos creados en Revolver eran imposibles recrearlos a través de los primitivos sistemas de audio de los estadios donde se presentaban.

De regreso en Londres, fue en las salas de grabación el único lugar donde volvieron a tocar juntos como banda. A pesar de que lo intentaron por tres años más, el final era inevitable. Y estas fotos muestran cómo los FabFour estaban parados calmos en el centro de su propio huracán.